La
tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium
tuberculosis que también es conocido como bacilo de Koch debido
al nombre de su descubridor.
Esta
enfermedad se puede considerar como una de las que más difícil
está resultando de erradicar ya que a lo largo de los siglos más
recientes se han mantenido en continuos focos que ahora aparecen asociados
al SIDA.
La tuberculosis afecta primordialmente a los pulmones aunque este bacilo
se puede encontrar en otros órganos del cuerpo y aunque en la actualidad
puede tratarse de manera eficaz sus efectos pueden ser verdaderamente
graves en el caso de los niños y en personas de edad avanzada o
que padezcan otras enfermedades.
La manera en la que se produce la infección es mediante las pequeñas
gotas de saliva que se expulsan cuando se tose o estornuda.
Los síntomas unidos a la tuberculosis son los problemas respiratorios,
la tos continuada por varias semanas, la falta de apetito, la fiebre,
la pérdida de peso, el cansancio, etc. De esta manera la imagen
del tuberculoso ha quedado para siempre unida a personajes famosos como
el escritor Robert Louis Stevenson en su aspecto de debilidad.
Actualmente resulta fácil diagnosticar la tuberculosis y comenzar
de esta manera en estadios donde todavía no ha causado grandes
daños un tratamiento que consiga la curación. Por lo tanto
para conseguir alcanzar la curación es indispensable que una persona
que se vea aquejada de tos permanente, expectoraciones y fiebre acuda
a su medico para que diagnostique qué le está sucediendo.
Para prevenir la tuberculosis se pueden aplicar vacunas y se aconseja
también una buena higiene personal y una vida saludable.
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