Estreñimiento vacacional

Este problema es algo pasajero y puntual que, sin embargo, podemos solucionar si seguimos ciertos consejos:

Es muy importante llevar siempre consigo una botella de agua para ir hidratándonos a cada momento.

El movernos y realizar cierto ejercicio físico, aunque sólo sea caminar, también nos beneficia en este sentido.

Es fundamental que a diario tomemos al menos una pieza de fruta.

A media mañana, si nos es posible, es muy aconsejable tomar algún tipo de zumo natural o de infusión para favorecer el tránsito intestinal y el “vaciado gástrico”.

Nada de siesta después de comer pues eso no facilita la digestión.

Un yogur en la cena ayuda a acabar con el estreñimiento

Siempre que sea posible hacer una cena ligera y en ella incluir un yogur como postre.

Después de desayunar vestir con ropa que no sea muy ajustada porque, de esta manera, se ayudará al movimiento de los intestinos.

Gases

Para llegar a prevenir esta situación, también llamada aerofagia, les damos una serie de consejos que les beneficiarán en este sentido:

En la medida que sea posible hay que evitar el consumir bebidas gaseosas y dulces sin azúcar pues, por sus diversos componentes, son tendentes a hacer que aparezcan las mencionadas flatulencias.

Realizar una dieta equilibrada es algo fundamental y básico para evitar los gases. En ella debemos incluir toda una serie de frutas que previenen la aparición de estos. Este es el caso del kiwi, la uva, la piña o la manzana, entre otras.

Condimentar nuestras comidas, siempre que sea posible, con una serie de especias que, por sus características, contribuyen a la no aparición de la situación que estamos abordando. Este sería el caso del comino, el cilantro, la albahaca o la canela.

El cilantro, una especia recomendada para condimentar las comidas

Tomar infusiones que frenen la aparición de dicha aerofagia. Ejemplos son la infusión de anís, de la que no deben tomarse más de tres al día, o de la de regaliz y manzanilla que sólo debe ingerirse una vez por día.

Evitar masticar chicle o mantener en remojo antes de cocinarlos a productos con mucha capacidad para provocar gases, como la col o las legumbres, son otros de los consejos que aquí les damos.

Dada la facilidad y frecuencia con la que aquel suele producirse, de generación en generación han ido pasando una serie de remedios caseros que acaban con el mismo. ¿Quiere conocerlos?

Estreñimiento

Aquí le damos cuenta de algunos:

Beber agua nada más levantarnos por la mañana y también justo antes de ir a acostarnos.

Comer pan integral en lugar de blanco.

Por la noche meter en agua unas cuantas ciruelas pasas para que pierdan su azúcar. Y luego comérnoslas al levantarnos.

Tomar zumo de naranja natural al que se le tiene que añadir dos cucharadas de aceite de oliva.

Comer yogur natural con cucharadas de semillas de lino.

Semillas de lino

Ingerir en ayunas una infusión de malva.

Darnos todos los días, durante cinco minutos, masajes circulares en el vientre con agua caliente.

Comer a diario una papaya, recomendablemente por la mañana.

Mezclar miel y pulpa de aguacate. De esta mezcla tomaremos todos los días dos cucharadas.

Hervir en agua unas semillas de lino. El producto resultante lo tomaremos, tras haberlo dejado reposar durante doce horas aproximadamente.

Apio, damascos, peras, col o acelgas son otros de los productos que podemos tomar pues también contribuyen a acabar con el estreñimiento.

Existen diferentes clases de pólipos:

• Pólipos metaplásicos y adenomatosos, estos son pólipos comunes, el primero no posee muchas probabilidades de convertirse en cáncer a diferencia del segundo.
• Pólipos juveniles, que afectan a los niños y jóvenes, son lesiones solitarias y carecen de riesgos, siendo múltiples y hereditarios
• Pólipos del síndrome de Peutz-Jeghers, son conocidos también como pólipos hemartomatoso, están relacionados a manchas marrones en los labios, observándose bajo índice de probabilidades de contraer devenir en cáncer.
• Poliposis cólica familiar, dado por la existencia de múltiples pólipos en el intestino grueso que poseen alto índice de probabilidades de transformarse en cáncer si no s extirpan tempranamente.
• Pólipos inflamatorios, son consecuencia de una inflación intestinal crónica, suelen ser inocuos aunque a veces los confunden con malos y es necesario realizar un contra diagnostico.

En su mayoría, los pólipos son la consecuencia de una mutación genética (al menos 5 mutaciones son necesarias) de las células de la mucosa que recubre el intestino.
Las células suelen mutar, muchas mueren y son eliminadas con las heces, pero otras afectan a la vida de las personas dando lugar a la formación de los pólipos.
Los pólipos menores a 2 centímetros no causan síntomas, momento  partir del cual comienza a evidenciarse sangre en las heces, cuando el pólipo es mayor, suele producir una obstrucción en el colon lo cual imposibilita la normal evacuación de heces, dando lugar a dolor abdominal y retorcijones.
Luego del diagnostico medico, mediante la colonoscopia, sigmoidoscopia, laparoscopia y gastroscopia, el especialista indica el tratamiento y las recomendaciones a seguir.
En muchos casos, durante la realización de un colonoscopia, el pólipo se puede extirpar dando lugar a una polipectomía, es una intervención delicada donde se presta vital atención a las paredes del intestino. En otros casos es necesario la intervención quirúrgica, que acontece cuando el pólipo es demasiado grande (mayor a 4 centímetros), estos además poseen un índice mayor de contener células cancerigenas. La operación requiere la abertura abdominal para extirpar una parte del intestino donde se encuentra el pólipo, y luego la reconexión del intestino,

En el caso de los pólipos metaplásicos, no existe un riesgo al padecerlos, en cambio en el caso de los pólipos adenomatosos, estos sí pueden devenir en un cáncer. Todos los pólipos deben ser estudiados y seguidos detalladamente, solo los juveniles son extirpados y no se asocian con un riesgo mayor de padecer otra afección.

Lo importante ante la aparición de un pólipo es su tratamiento y seguimiento, incluso una vez extirpado para prevenir posibles reapariciones. Es de vital importancia y también una medida preventiva el estar alerta en estos casos ya que se estima que si no es atendido, el 50% de los pacientes puede desarrollar cáncer luego de la aparición de pólipos, riesgo que disminuye considerablemente con el tratamiento y la consulta medica.

Algunos síntomas son:
• Hemorragias luego de defecar
• Ardor, irritación y molestias en la zona
• Dolor muy intenso causado por la formación de un coágulo en la vena dilatada
• Formaciones violáceas, abultadas en el borde del ano.

Es importante consultar al medico ante cualquier hemorragia anal, en la mayoría de los casos la causa es la presencia de hemorroides pero no siempre es así, por ello es bueno hacer la consulta a fin de descartar afecciones mayores
Los médicos suelen realizar colonoscopias, endoscopias y radiografías para determinar bien la afección y evitar confusión con alguna otra.
Lo aconsejable es evitar esta patología, para ello, los médicos recomiendan consumir frutas, fibras, verduras, cereales integrales, junto con al menos dos litros de agua a diario. En algunos casos además, los especialistas recetan laxantes suaves.
También es necesario que el paciente evite el consumo de alcohol, picantes, especias y alimentos irritantes.
Qué hacer cuando la afección ya esta y molesta mucho, bueno en estos casos los médicos recomiendan los baños de asiento con hojas de malva, la extrema higiene de la zona, la aplicación tópica de pomadas antiinflamatorias, aplicación local de hielo por periodos de diez minutos.
Hay técnicas como la esclerosis de las hemorroides, que es la implementación de una inyección de sustancias cicatrizantes.
Otra técnica es la ligadura con bandas elásticas, que interrumpen el fluir de la sangre, que luego se secan para finalmente desprenderse, esta técnica solo se puede aplicar en personas que padecen esta afección en forma interna y de menor tamaño.
Finalmente, para los casos más avanzados, existe la opción quirúrgica, que requiere anestesia en la zona. Las heridas se cicatrizan en solo 7 o 10 días, periodo durante el cual merma el dolor.
Para evitar la reaparición de esta afección, es ideal mantener una vida saludable, variada en alimentación y con importantes ingestas de líquidos y frutas y como agregado mantenerse activo.

Los síntomas más usuales además del estreñimiento prolongado pueden ser:
• Dolor abdominal
• Sangrado rectal

Ante la aparición de esta afección lo primero es determinar bien que no exista otra enfermedad como lo es el cáncer de colon, y por otro lado, una vez descartada esta posibilidad, se empleará un tratamiento acorde a la necesidad del paciente que estará supeditado a la severidad de la afección y puede incluir en algunos casos una intervención quirúrgica.
Lo recomendable es aumentar el consumo de fibra y de alimentos nutritivos y variados, como lo son los cereales, las frutas y verduras, evitar el estreñimiento, consumir abundante agua, y hacer una dieta con abundante residuo.
Su pronóstico es bueno si es atendida a tiempo y si se descartan posibles complicaciones. Se debe tener en cuenta que esta patología pormenorizada puede ocasionar una infección grave.

Como medidas generales los médicos suelen administrar analgésicos antidiarreicos y antibióticos para combatir la infección.
Asimismo, aconsejan brindar calor a la zona. Si los calambres abdominales son severos o frecuentes, es imperioso consultar con un especialista;  el dolor de esta patología se asemeja al de una apendicitis.
Se recomienda hacer reposo y consumir alimentos con carbohidratos y vitaminas y minerales, omita la leche, el trigo, los huevos, nueces.
En caso de dolor de pecho, fiebre, pérdida de apetito recurra una vez más al médico, ya que pueden darse complicaciones como obstrucción intestinal, hemorragias, anemia, trastornos renales, inflamación ocular y susceptibilidad al cáncer de ileo.
Los ataques suelen empezar cuando el paciente esta en la veintena y pueden continuar durante muchos años más.
Los intervalos entre ataques varían entre uno cada pocos meses a uno cada pocos años.
En ocasiones los síntomas sólo aparecen una o dos veces y después la enfermedad desaparece.
Si usted y su médico deciden que se impone la cirugía, que consistente en extirpar la zona de intestino delgado afectada, se puede conseguir una mejora de  la afección y aplazar su evolución durante años, aunque se dan recaídas a pesar de la cirugía, y esta es de una amplitud importante a veces.