Sintomas y remedios

Los gatos, esos maravillosos animales que nos hacen compañía y a los que nos encanta acariciar. Pero cuando nos causan ojos llorosos y mucosidad en la nariz ya no nos lo parecen tanto.

La alergia a los gatos

Este tipo de alergia viene provocada a través de las glándulas situadas en la piel y saliva del gato, por lo que en teoría alejarse completamente del gato sería suficiente. El problema viene cuando el pelo del gato pasa al aire, donde cualquier persona alérgica puede tener una reacción alérgica sin tener ningún tipo de contacto directo con el gato.

Mujer con alergia a los gatos

A partir de aquí la respuesta más obvia sería alejarnos totalmente de cualquier gato y encontrarle un nuevo hogar, donde tendríamos que limpiar concienzudamente la casa ya que pueden pasar varios meses antes de que los alérgenos abandonen totalmente las superficies de nuestros muebles o alfombras.

Pero como NO se nos pasa por la cabeza deshacernos del querido gatito, aquí tenemos cinco sencillas maneras de reducir en buena medida los alérgenos que producen:

• Lo más importante es lavarse correctamente las manos antes de tocarse la cara (y especialmente la nariz) tras un contacto directo con el  gato.
• Para reducir de manera drástica los alérgenos que produce en el aire, se recomienda lavar al gato una vez a la semana en agua destilada.  Puede eliminar un 90 por ciento de alérgenos.
• Emplear un depurador de aire, el cual puede eliminar casi un 100 por ciento de las partículas de polvo que pasan por ellos.
• Vigilar que el gato no entre en ciertas habitaciones, sobretodo el dormitorio.
• Intentar reducir las alfombras y la tapicería.

Las alergias alimentarias son unas “reacciones exageradas” que se producen al ingerir ciertos productos. Aquellas no son tan infrecuentes y tienen su correspondiente tratamiento.

Diarrea, dolores abdominales, picazón, desmayos, náuseas, vómitos o hinchazón de determinadas partes del cuerpo, especialmente la cara, son algunos de los síntomas que experimentan las personas que se ven afectadas por una alergia de ese tipo.

Síntomas de alergia alimentaria

En este caso concreto lo que vamos a subrayar es el conjunto de alimentos que tienen más posibilidad de generar una alergia.

Gambas

Una de las citadas alergias más frecuentes entre los adultos es la que tiene como objeto el marisco o el pescado. De entre los productos marinos destacan, en este sentido, las gambas, la merluza o el gallo.

Otros de los alimentos que provocan alergia a las personas maduras son las frutas y, especialmente, dos: el melocotón y el melón. No obstante, el kiwi, el plátano o la manzana también pueden ocasionar estas reacciones que se manifiestan mediante picores en la garganta y en la boca.

Huevo

Los pequeños, sin embargo, es más habitual que sufran alergia al huevo y especialmente si están en un intervalo de edades comprendido entre los 6 y los 12 meses.

En esa misma línea se encuentra la proteína de la leche. Lo que sucede en este caso concreto es que provoca la alergia a los niños lactantes. Estos pueden sufrir como consecuencia de aquello diarrea o vómitos, como principales síntomas.

No obstante, tampoco podemos olvidar que son otros muchos los alimentos que también producen alergias tanto en adultos como en niños. Entre esos otros tendríamos que destacar, por ejemplo, la soja, los frutos secos, el maní, el trigo y diversos productos que tienen como base fundamental el maíz.

Soja

En cualquiera de esos casos, lo que hay que hacer es acudir al médico para que este realice el diagnóstico apropiado y seguidamente proceda a determinar el tratamiento más conveniente, en base a si es una alergia puntual o algo permanente.

Sea como sea, los antihistamínicos es cierto que pueden ayudar a aliviar la molestia que se tiene en lo que sería la piel. No obstante, si en el centro sanitario, a través del especialista en alergias, se dictamina que la persona lo que sufre es una alergia permanente a un alimento concreto se le recomendará que no tome aquel y que siempre lleve consigo epinefrina, para poder frente a un posible caso en el que sufra una reacción ante cualquier plato que tenga el producto que su organismo no tolera.