Sintomas y remedios

La Luteína es un pigmento amarillo de la familia de los carotenoides que se encuentra en las algas, guisantes, puerros, arándanos, brócoli, yema de huevo, espinacas, acelga, repollo, col, maíz, plátano, perejil, apio, papa blanca, flor de calabaza y en las naranjas.
Por ejemplo, la yema de huevo posee un 85% de luteína, el maíz un 60 % y el brócoli un 20 %.
La importancia de la luteína radica en sus propiedades antioxidantes que cuidan nuestro organismo del ataque de los radicales libres, por ello la luteína posee diversos usos terapéuticos, entre ellos:
• Protege la vista de dos maneras diferentes: una es gracias a su efecto antioxidante, y otro es gracias a que actúa como un filtro de luz, protegiendo la vista de algunos de los efectos dañinos del sol.
• Otra de sus propiedades más valiosas, es que protege un punto de la retina llamado mácula que es donde el ojo tiene mayor agudeza visual, por ello este pigmento contribuye en la lucha contra la degeneración macular.
• Previene las cataratas.
La luteína además, protege nuestra piel de la radiación solar y es de vital importancia en la prevención de procesos tumorales y cancerígenos ya que mejora el sistema inmune y la comunicación celular.
Algunos individuos no absorben de la manera más optima la luteína, y necesitan suplementos, como ser aquellas personas con ojos azules, las mujeres post-menopáusicas y los fumadores.