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Falta de deseo sexual (parte I)

17 August, 2009

En lo que se refiere al sexo, el deseo es el punto de arranque para que todo lo demás se produzca. El deseo tiene que ver con las fantasías, predisposición, ganas de entrar en clima, algo así como una preparación para lo que viene después.
La inhibición del deseo sexual es uno de los problemas más frecuentes; uno de los elementos más importantes en la aparición de este trastorno es la existencia de conflicto en la relación de pareja, especialmente el enojo.
Influyen negativamente las fantasías sobre lo que debería ser el sexo, una imagen corporal pobre, la baja autoestima, la falta de intimidad y confianza entre compañeros etcétera.
Para algunas personas, el bajo nivel de deseo sexual significa no iniciar la actividad sexual; para otras, es no responder cuando el compañero sugiere el acto sexual. En algunos casos, el escaso deseo afecta todas las interacciones sexuales; en otros es especifico de una situación, actividad o comportamiento determinado.
El deseo sexual responde a un proceso complejo basado en la actividad cerebral, un funcionamiento hormonal adecuado y los intereses y la motivación sexual. Si estos componentes no están sincronizados, dan lugar a la aparición del trastorno del deseo sexual.
El problema puede ser secundario a una alteración en las fases de la excitación o de orgasmo del ciclo de respuesta sexual. Algo así como: si el sexo no tiene premio, para qué voy a intentarlo.
Los problemas crónicos de deseo sexual inhibido se asocian a acontecimientos traumáticos acaecidos durante la infancia o la adolescencia, a la represión de fantasías sexuales, al contexto de una familia disfuncional o, en ocasiones, a niveles bajos de andrógenos.

El deseo sexual:
Depende del funcionamiento apropiado del tálamo y el hipotálamo
Es inhibido por centros que existen en el cerebro
Es regulado por dos neurotransmisores específicos: uno actúa como inhibidor y el otro como estimulante o excitador.
Tiene conexiones con otras zonas del cerebro, lo que permite la integración del impulso sexual con toda la experiencia sexual del sujeto.

Los diferentes niveles de este trastorno sexual son los siguientes:

Deseo sexual elevado a normal
Deseo sexual normal a bajo
Deseo sexual hipoactivo leve
Deseo sexual hipoactivo grave (anorexia sexual)
Aversión sexual

Ver parte II

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