Una problemática esta, que supone una grave y fuerte adicción al alcohol, que no sólo trae consigo un perjuicio para quien la padece sino también para todo su entorno.

Alcoholismo

A la hora de poder descubrir o certificar que alguien puede sufrir esta enfermedad, se puede deducir a través de una serie de síntomas que son apreciables:

La persona goza casi de un constante mal humor que, en ocasiones, se traduce en reacciones violentas. Ello supondrá que comience a tener problemas para relacionarse en la sociedad.

Comienza a descuidarse desde el punto de vista de la alimentación.

Es frecuente que empiece a padecer diversos trastornos estomacales que se traducen en calambres, náuseas o vómitos.

A nivel estético, el color de la persona comienza a volverse rojo a la par que unas pequeñas venillas rojas también aparecen en el contorno de la nariz.

Padece de continuo cansancio y de manera repentina le dan temblores incontrolados.

Llegan a tener lagunas de memoria, que les hace desconocer dónde han estado o qué han hecho.

Persona con ansiedad

Para contrarrestarla, prevenirla o ayudar en su control existen un amplio número de hierbas que nos pueden servir en este sentido si las tomamos en infusión. Estos son algunos ejemplos:

La Valeriana es una de las infusiones más habituales en el intento por hacer frente a la citada ansiedad y, en concreto, a algunos de sus síntomas como son el estrés, las palpitaciones o los vómitos.

Igualmente efectivo es el uso de las infusiones de albahaca, eso sí sin excederse porque puede producir somnolencia. Un par de tazas al día de esta hierba será más que suficiente.

La melisa es uno de los remedios caseros más utilizados cuando se intenta acabar con cualquier tipo de alteración del sistema nervioso. En este caso, con tres tazas al día bastará.

Infusión de tila

A tranquilizarnos nos ayudará la infusión de lavanda o espliego que intentará acabar también con situaciones de irritabilidad o mal humor. Se recomienda tomar dos tazas al día.

Indudablemente si hay una infusión que contribuya a calmar nuestro nerviosismo esa es, sin duda alguna, la tila.

Según el estado emocional de cada persona variará el número de infusiones de esta hierba que podremos tomar al día pero suele ser recomendable entre tres y cuatro vasos.

No obstante, en la mayoría de las ocasiones la hemos empleado de forma incorrecta pues un pequeño sentimiento depresivo no es igual que una depresión. Esta es una enfermedad mental seria que requiere de ayuda médica y su correspondiente tratamiento.

Enfermo de depresión

El problema de ella, al igual que de otras enfermedades que no son físicas, es su difícil diagnóstico. De ahí que con frecuencia ocurra que no se descubra lo que le sucede al paciente y se le atribuya a otros aspectos que nada tienen que ver, y mientras él continua en avance por la enfermedad.

Por tal motivo, para descubrir si lo que se padece es una depresión existen cinco síntomas incuestionables que así lo indican:

• Falta de concentración. Ya sea en el ámbito laboral o en los estudios, la persona es incapaz de desempeñar sus tareas de manera continua y con absoluta dedicación.
• Humor depresivo. Este aspecto es lo que se conoce con el nombre de sentimiento de la tristeza. Esta está presente en todo momento de manera inevitable.
• Falta de interés. La persona está apática, nada quiere hacer y nada le apetece. Y cuando decimos nada, nos referimos incluso a aquellos hobbies o aficiones con los que antes disfrutaba enormemente.
• Sentimientos de inutilidad. Que no sirve para nada, esa es la idea que el depresivo tiene en su cabeza.
• Pensamientos de muerte. Los cuatro síntomas antes mencionados llevan a que la persona llegue a pensar que lo mejor que podría sucederle es morir pues cree que no tiene nada que le haga feliz y nada que ofrecer a los demás.

Con estos indicadores se descubre si alguien padece depresión. En caso afirmativo, y teniendo muy claro que ella es una enfermedad mental, deberá ser tratada por un especialista.

Sentimientos de inutilidad

Las personas con sindrome de estocolmo suelen ayudar a sus captores para evitar la policia y la consiguiente sanción por sus actos delictivos. Si bien esta afección suele parecer curiosa, presenta motivos obvios. Quizas su fundamento radique en la necesidad de ambos bandos de la ley de salir ilesos de todo el acontecimiento, donde tanto el delincuente como el secuetrado persiguen como único fin permanecer a salvo, y por ello cooperan.

Asimismo, los secuestradores pueden presentars ecomo victimas y los rehenes pueden entender esta situación así y colaborar con ellos al tiempo que se da lugar a una relación emocional. Muchos psicologos y especialistas sostienen que esta psicopatología esta relacionada a un sentimiento infantil de culpa, es decir, muchos niños de padres autoritarios procuran portarse bien par aevitar el enojo o los golpes y un residuo de este comportamiento vuelve en la adultes colaborando con un delicuente para evitar que este se enoje o maltrate a la persona secuestrada.

Según especialistas en el área, esta afección es más usual en personas que han sido víctimas de algún tipo de abuso, ya sea sexual, de incesto, verbal, o fisico; siendo que el secuestrado acepta la situación impuesta por el secuestrador, justificando su obrar, y sintiendolo poderoso, quiza tan poderoso como el nunca podrá ser, y es tal vez ese otro de los motivos de aprovación, la admiración hacia la forma de desenvolverse que posee esta persona, y que la victima no va a tener porque quizas se ocnsidera debil o quizas durante su vida asi se lo han hecho creer.

El sindrome de Estocolmo que tiene su origen en Suecia, donde un asalto conrehenes dió lugar a un claro ejemplo de esta situación, es para los psicoanalistas una clara identificación psicológica con la persona abusadora, auqella que posee poder.

Una vez acontecido el hecho, la cooperación familiar y la contención social suelen ser fundamentale spara la recuperación de la persona que es atendida por personal idóneo en neurología, psicología y terapia ocupacional.

Algunas de las características que presenta una persona con síndrome de down son:

• Falta de masa muscular
• Hiperflexibilidad
• Manos pequeñas
• Pies anchos y dedos pequeños

En comparación con el resto de la gente, son más pequeñas y su progreso físico, y mental es más lento, manifiestan problemas de respiratorios, visuales, auditivos y de salud en general, caracterizándose además las dificultades comunicacionales y del habla.
Alguno recién nacidos padecen problemas cardiacos o gastrointestinales que se revienten mediante cirugía, y la gran mayoría de las personas con síndrome de down tienen tendencia a engordar.
La interacción social de estos niños y la inclusión es fundamental en su calidad de vida. Los padres deben saber que poseen un niño especial con capacidades diferentes y no un niño retrasado.
La capacidad de expresar amor y ayudar a los demás en estas personas se ve en forma muy marca a diferencia del resto de personas que no padecen esta patología. Son niños muy amables, agradables, amorosos y solidarios que aprecian compartir y desean ser amados, escuchados y valorados como todos los niños.
Los niños con capacidades especiales deben estar acompañados e incentivados a participar en diferentes actividades para mejorar su comunicación y su desenvolvimiento social.
Terapeutas, psicólogos y trapistas ocupacionales son las personas indicadas para orientar a los padres que no saben como sobrellevar la situación o que prefieren recurrir a la ayuda de especialistas a competentes para mejorar la calidad de vida de su hijo.
Cuanto antes el niño comience un tratamiento guiado por sus padres y expertos, mejores resultados obtendrá y sus habilidades se podrán expresar al máximo.
A la hora de escolarizar a estos niños con capacidades especiales, se debe tener en cuenta que esto depende también del grupo familiar y terapéutico, recuerde que un niño bien atendido, escuchado y valorado, puede aprender y desarrollar sus capacidades de una mejor manera, y no es así, si el niño es mal alimentado, despreciado y desvalorizado.
Socialmente las personas con síndrome de down son incorporadas a empleos, escuelas, centros de contención para la tercera edad o para ex-adictos donde su aporte y visión social son fundamentales para construir una sociedad más justa, y con igualdad de posibilidades.

A pesar de que se manifieste en la cabeza, la caspa no es un problema capilar, sino un problema de la piel de la cabeza, es decir del cuero cabelludo.

Causas más comunes:
• Alta concentración de glándulas seborreas
• Exceso de actividad de las glándulas seborreicas
• Superproducción de las glándulas seborreicas
• Padecer parkinson
• Apoplejía
• Estrés
• Sida
• Fatiga, cansancio
• Problemas digestivos
• Incorrecto uso de champús
• Excesivo uso de tintes capilares
• Etcétera.

Estos factores pueden ocasionar descamación de la piel y también pueden generar gratitud.
Según los dermatólogos el cuero cabelludo también se renueva y lo hace cada 25 días en promedio, al acelerarse este proceso aparece la caspa junto con un desequilibrio microbiano que da como resultado más descamación, picazón e incluso irritación. La caspa puede manifestarse no solo en la cabeza, sino también en cada sitio donde halla pelo, en la cara, en las cejas, el bozo, las axilas y la ingle entre otros.

Tipos de caspa

Según los dermatólogos y especialistas, existen dos tipos de caspa:
• Seca
• Grasosa

La caspa seca aparece en general durante la pubertad, presentando finas escamas, y polvillo blanco.
La caspa grasosa, suele aparecer en la adolescencia a causa del alto nivel de producción sebácea que segregan las glándulas durante esta etapa de la vida. Esta caspa es además grasosa

Los médicos afirman que lo más acertado es utilizar champús que sean efectivos para combatir la gratitud capilar porque no existe una determinada cura par ala caspa. Se debe tener en cuenta que los geles para el cabello o champús deben contener: ácido salicílico, alquitrán, azufre y sulfuro de selenio.
El uso de champús debe hacerse a diario al igual que el cepillado que contribuye a eliminar las escamas.
Asimismo, existen algunos consejos y remedios caseros que ayudan a mejorar la situación, como el consumo de vitamina B que equilibra al cuero cabelludo, como también el consumo de mariscos, carnes rojas, sardinas, salmón y semillas de girasol.
La caspa es un padecimiento molesto, que no es agradable y da mal aspecto. Lamentablemente no tiene cura y puede aparecer y desaparecer, cumpliendo diferentes ciclos, pero siempre es conveniente atacarla cuidando el cuero cabelluda y la salud del cabello.

Los síntomas más comunes son:
• Miedo a lo desconocido en forma extrema
• Ansiedad
• Ataque de pánico
• Sentimiento de abandono y dependencia de los demás
• Temor a estar encerrado
• Temor a estar en un sitio donde salir pueda ser levemente mas difícil que en el resto de los ambientes
• Temor a no saber como se puede responder en publico ante alguna situación
• Las personas con agorafobia siente que su cuerpo y lo que los rodea es irreal
• Temblor, agitación, nerviosismo que se puede acompañar con:
• Dificultad para respirar
• Confusión
• Sudoración, nerviosismo, palpitaciones
• Vértigo
• Miedo a morir, a estar solo, a sufrir, y a volverse loco
• Entumecimiento de extremidades, calambres y desvanecimiento.
• Nauseas, mareos, vómitos, aceleración del pulso.
Las personas con esta patología, pueden o no tener antecedentes familiares de fobias y es necesario que recurra al medico para que mediante el diagnostico se comience un tratamiento indicado.
En este caso el objetivo es colaborar con la persona para que puede desenvolverse socialmente sin temor, de manera práctica y efectiva.
El resultado del tratamiento esta relacionado directamente con la severidad del estado y la fobia del paciente.
Si bien las fobias suelen ser crónicas existe muy buena respuesta al los tratamientos, mas si el paciente esta contenido y ayudados por un grupo de amigos o familiares.
Existen técnicas como la desensibilización, que trata de lograr que el paciente encuentre en su interior la real causa de sus miedos, y ansiedades y pueda revertirse. La exposición gradual también es útil, y terapeuta mediante, se realiza muy despacio y de a poco logrando buenos resultados.
Como con todas las afecciones psicológicas, no pueden prevenirse, aunque resulta muy útil acercarse al medico o pedir ayuda a un amigo apenas uno sienta el temor o el síntoma de que algo esta siendo diferente, ya que el aislamiento que provoca esta afección dificulta los vínculos sociales, el desenvolvimiento natural de la persona y afecta las relaciones laborales, e interpersonales deteriorando la calidad de vida de quien la padece.